Durante la sesión del programa Diálogo con Cajeme, el Alcalde Javier Lamarque Cano, acompañado por el Director General del Oomapasc, Luis Miguel Castro Acosta, presentó una serie de fotografías y videos en los que se evidencia un claro daño a la red hidrosanitaria de Cajeme, misma que ha sido obstruida con objetos que van desde trapeadores, sillas, cajas de plástico, conos de señalización, acumulación de grasa, rocas, toallitas húmedas y hasta una hielera.

Esos desechos sólidos, al parecer introducidos de manera intencional, ya que los pozos de visita donde fueron encontrados estaban cubiertos con la alcantarilla correspondiente, han terminado por colapsar cerca de 400 de los mil kilómetros de extensión de la red sanitaria y que el año pasado el Oomapasc invirtió 4 millones 500 mil pesos en su rehabilitación, es decir en promedio se gastaron 8 mil 300 pesos en cada uno de los drenajes que fueron taponeados, recursos que bien pudieron ser invertidos en mejores servicios para la ciudadanía.

Al respecto el Presidente Municipal externó que estas acciones son deliberadas, pues dichos objetos no llegan por sí solos a las alcantarillas, sino que los meten a propósito para colapsar la red de drenaje, generar gastos al Organismo, provocar malestar social y atentar contra la salud pública de las familias de Cajeme, al brotar las aguas negras.

“No se puede interpretar de otra manera, más que de sabotaje, pues es claro que existe dolo al introducir este tipo de desechos, de por sí la red de drenaje está muy desgastada por tantos años de abandono, ahora imagínense con la intervención del factor humano que no mide las consecuencias del daño a la tubería y la afectación social que provocan con sus actos”, señaló Lamarque Cano.

En este sentido, hace un llamado a la ciudadanía para que denuncie este tipo de conductas irresponsables y estar en posibilidad de sancionar conforme a ley a quien o quienes las cometan.

Con el fin de evitar estos atropellos, el titular del Oomapasc indicó que se adquirieron 200 brocales con llave de seguridad para que no puedan ser abiertos por cualquier persona, sino sólo por el personal responsable del mantenimiento de la red hidrosanitaria.